lunes, 12 de julio de 2021

 

+ UN ENCUENTRO INESPERADO +

+ UNA HISTORIA DE SAROVIR +


A cuatro jornadas de camino desde el Burgo de Sarovir, fuera de los pocos caminos que recorren El Bosque, se encuentra la necrópolis Mónokrom. Las ruinas de un antiguo cementerio de un reino ya olvidado. Allí la vida no tiene lugar, la muerte campa a sus anchas y siempre siempre es otoño.



Hezabelle conocía esos parajes, sabía de los conocimientos que guardaban sus espíritus. Su ansía de controlar la muerte la llevó ese día hasta las puertas de Mónokrom.



El Doctor Fierabrás llevaba meses buscando las ruinas de Mónokrom, el conocimiento que podría obtener de ese lugar lo atraía como la enfermedad a una mosca y ese día por fin, lo había encontrado.




"Cae una cabeza, caen dos, caen tres,

Creo que el Otoño comienza otra vez"




Fierabrás ordenó a Bobo y a Mugre que fuesen por delante, pero hasta las débiles y animales mentes de sus experimentos sentían el peligro sobrenatural. Avanzaban despacio y temerosos.






Por su parte, Hezabelle mandó a Tinky y a Winky investigar una vieja lápida. Su amado y muerto amante se mantenía junto a ella.






Saltando y brincando con sus cuerpos de trapo, los dos esclavos de Hezabelle llegaron al sitio indicado y comenzaron a limpiar la losa para su ama. En ese momento la losa se partió y de su interior saltó una criatura alzando su espada contra ellos.




Mientras, en el otro lado de las ruinas, Bobo y Mugre se toparon de frente con una pequeña criatura cubierta de placas de armadura. Agitaba una lanza de su tamaño y gritando en un idioma incomprensible les cortaba el camino.





"el viento hace crujir mis costillas,

manos, brazos y rodillas"



Tinky y Winky peleaban contra aquel engendro salido de la tierra. Golpeaban aquí y allá sin conseguir nada. Un tajo vertical hizo caer a Winky. Tinky gritó y se lanzo al frente loco de ira para ver como la espada que había herido a su hermano de trapo, le dejaba fuera de combate a él también.



No muy lejos de allí, Mugre arañaba la armadura del pequeño guardián sin llegar a herirle y Bobo descarga golpes de su mazo al aire cada vez que su oponente le esquivaba. Justo cuando Fierabrás se acercó a la pelea, el pequeño ser acorazado clavó su lanza en el costado de Bobo dejándole tirado en el suelo retorciéndose de dolor.





"espíritus te observan a hurtadillas,

de la muerte en Mónokrom no te rias."



Cuando el monstruo acabó con sus atacantes se encaró a Hezabelle. La nigromante sabía que no tenia posibilidades de vencer a su adversario cuerpo a cuerpo, pero ella ya no era una desvalida princesa. 

Volutas de humo se arremolinaban a su alrededor a medida que concentraba su oscuro poder. Cuatro palabras malditas salieron de sus labios y dos cadáveres vivientes se levantaron frente a ella para protegerla y vencer a su oponente.





Al mismo tiempo, Mugre y Fierabrás se enfrentaban a su adversario. El Doctor, viendo que la armadura del ser le protegía de todo daño físico, recurrió al poder de su báculo. Golpeó con la punta de su bastón el suelo e invocó el poder del Mago Frestón. Controlando desde ese momento la voluntad de su enemigo, le ordenó que se alejase para así poder atender a Bobo.

Concentrado como estaba en su conjuro, Fierabrás no pudo evitar que Mugre se lanzase en persecución del guardián. Mugre siguió el rastro de su presa para caer de lleno en la emboscada de otra criatura de Mónokrom y quedar fuera de combate.






"Cae una cabeza, caen dos, caen tres,

Creo que el Otoño comienza otra vez"



Mientras Bobo lamia sus heridas y cuidaba de lo que quedaba de Mugre, Fierabrás decidió investigar un poco mas.  Al cabo de un rato se topó de frente con una extraña mujer, medio desnuda y cubierta con el cráneo de un animal. 

- ¿¿Quien eres y que haces aquí?? - preguntó la mujer al tiempo que un extraño poder comenzaba a rezumar de su cuerpo.



Hezabelle desconfiaba de aquel ser vivo con el que se había encontrado. No pertenecía a Mónokrom. Estaba preparada para desatar su magia nigromante cuando la respuesta del extraño la hizo detenerse.

- Mi nombre es Fierabrás, Hezabelle. Y conozco tu trágica historia en Sarovir así como a tu familia.

Como muestra de buena voluntad, Fierabrás ofreció un extraño medallón encontrado en la necrópolis. La amistad de la gran nigromante Hezabelle le podría reportar mas conocimientos que cualquier objeto encontrado en esas tierras.

El interés que compartían en manipular y vencer a la muerte fue un punto en común que ayudó a la colaboración. Cuando una extraña cancioncilla resonó por toda la necrópolis, decidieron investigarlo juntos.

Mientras todo esto ocurría, el amante de Hezabelle vagaba por entre las ruinas buscando a su señora. Cumplió su orden de alejarse para recoger unas hierbas, y en su camino de vuelta se enfrentó a varios peligros, superándolos sin problemas gracias a su poderosa armadura y su mandoble.





 

Fierabrás y Hezabelle descubrieron un espectro en el centro de las ruinas. El espíritu penaba cantando una extraña canción sin reparar en ellos. Mago y nigromante ejercieron sus poderes para interrogar al fantasma que, bajo esta presión, paraba de cantar y respondía a una de sus preguntas.

Al cabo de un rato, el espectro dejó de cantar. Levantó su rostro y sus cuencas vacías se iluminaron con un resplandor ominoso. Unos zarcillos etéreos se extendieron bajo su faldón y atraparon a Hezabelle y Fierabrás. Al instante, ambos comenzaron a debilitarse.

Hezabelle gritó palabras de poder y Fierabrás incendió su báculo para golpear a su captor. La magia desatada en el lugar levantaba tierra y hojas muertas a su alrededor. Hezabelle se desplomó inconsciente y su amante recién llegado ensartó la figura incorpórea del espectro.

Finalmente, el bastón de Fierabrás golpeo el cráneo del espectro al tiempo que gritaba un conjuro con sus ultimas fuerzas y este desapareció.





Fierabrás dejó a Hezabelle al cuidado de su amante y volvió a reunirse con su grupo para marcharse de aquel lugar maldito. Conocer en persona a la poderosa nigromante había sido un golpe de suerte. Esperaba que fuese el primer capítulo de una interesante historia.




"Cae una cabeza, caen dos, caen tres,

creo que el Otoño comienza otra vez.

El viento hace crujir mis costillas,

manos, brazos y rodillas.

Espíritus te observan a hurtadillas,

de la muerte en Mónokrom no te rias.

Cae una cabeza, caen dos, caen tres,

creo que el Otoño comienza otra vez."

Canción popular de Sarovir.


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Este es el informe narrativo de la partida jugada con mi compi de spanishinq28 @soldado_tranquilo (instagram). 

Toda la experiencia fue genial!!. Por fin, tras año y medio de conocernos por las redes, pudimos vernos en persona. Creo que fue muy agradable para ambos y que, como nuestros personajes, esperamos que esto solo sea el primero de mucho capítulos.

Preparar la partida eligiendo el sistema (el juego de rol Mönk Borg esta vez), y adaptar los personajes al mismo fue sencillo.  Personalmente me gustó mucho el sistema; suficientemente sencillo para el lado narrativo y válido para trasladarlo al wargame. Creo que si volviésemos a jugar, afinaríamos un poco el sistema para adaptarlo mejor al juego con miniaturas, pero en general nos funcionó estupendamente.

Por último debo decir que me encanta ver como Sarovir, crece. Estas partidas y su narración le va dando la profundidad que se merece. Me ha encantado conocer a Hezabelle y su séquito tanto como descubrir y explorar la necrópolis de  Mónokrom (nombre en honor al estilo de pintura tan fantástico de las miniaturas y escenografía de @soldado_tranquilo). Espero seguir explorando este mundo tanto con mi banda como a través de las de mis compañeros.





1 comentario:

  1. Como se me ha podido pasar esta entrada!???? Estoy alucinando muy muy fuerte, sabes que yo también soy fan de Mörk Borg??? Que genialidad usarlo para jugar esto. Tenemos que hablar muy seriamente tú y yo.... 😎

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