viernes, 12 de febrero de 2021

 

+ JUSTO CASTIGO +



Tras la escaramuza en el manufactorum Delta, la Guardia del Cuervo se infiltra en las mazmorras  del palacio de la Eclesiarquía para eliminar al corrupto Abad Harold.




El Abad se encontraba en su santa santorum custodiado por su guardia personal, una escuadra de Adeptas Sororitas del Cráneo Bendito. Junto a él, como escolta personal, la hermana arrepentida Pandora.





Los Cuervos se desplegaron en formación hacia su objetivo cubiertos por las sombras mientras las hermanas, alertadas por los sistemas de seguridad, se apostaban en barricadas improvisadas.






En un instante todo el pasillo pareció explotar con los atronadores disparos de bolter. La munición explosiva de cada bando arrancaba pedazos de roca de las paredes o reducía a astillas las coberturas.
Por toda la mazmorra se oía el estruendo del tiroteo.
Y mientras hermanas del pasillo oeste intentaban fijar en sus posiciones a los astartes, por el pasillo este la hermana superiora y otra sororita buscaban sorprenderles por la espalda.





Poco a poco la Guardia del Cuervo ganaba terreno. La valientes hermanas del Cráneo Bendito no podían hacer retroceder a los ángeles del Emperador. 
Cuando los marines espaciales llegaron al cuerpo a cuerpo con sus espadas desenvainadas, la barricada cayó. 
Todo parecía perdido.








Entonces, gritando de rabia asesina, la hermana Pandora salió de las sombras eviscerador en mano y derribó al objetivo mas cercano. 




Aunque Pandora era un adversario peligroso, la Guardia del Cuervo tenía una misión que cumplir. Un hermano se enfrentó a la fanática hermana para permitir al resto de la escuadra encontrar al corrupto Abad Harold.
El marine era hábil con la espada pero no pudo contra la ira ciega de Pandora.




Los restos de la escuadra de marines encontraron al Abad y sin mediar palabra los proyectiles de bolter esparcieron su pecho por toda la sala.




Parecía que todo había terminado cuando el santa santorum comenzó a congelarse y un olor a sangre lo cubrió todo. Del cadaver del abad surgió una criatura que apestaba a disformidad. Demonio. 




Los hermanos de la Guardia del Cuervo se abalanzaron contra aquella cosa con sus espadas en alto. Pandora, al ver en que se había convertido el Abad Harold, comprendió su error y corrió para ayudar a los marines.




La hermana superiora  llegó a tiempo para ver como Pandora hundía su eviscerador en el pecho del demonio y un guardia del cuervo le cercenaba la cabeza.





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Hace poco mi compañero de juego y yo enfrentamos a la Guardia del Cuervo contra las Hermanas de Batallas en una partideja casual de kill team.  Mas tarde justificamos esa escaramuza imaginando que las hermanas habían sido engañadas por un corrupto abad Harold. Esta pequeña historia gustó y pensé que debíamos concluirla.
 
Ha sido una bonita oportunidad de utilizar la esceno de la Casa de los Gritos en otro tipo de juego y de montar un pequeño escenario de inq28. 
Utilizamos la mecánica de kill team ampliando el numero de turnos y olvidándonos de puntuaciones. La guinda narrativa fue el pequeño giro de guión final del que mi compañero no sabia nada.

Una tarde chula de juego contando una historia del universo que tanto nos gusta.

1 comentario:

  1. Magnifica aventura, me encanta 40k y sus posibilidades :) Una pequeña aventura se puede convertir en una situación emocionante tanto narrativa como de acción.

    Gracias por narrarnos y compartir esta aventura, me ha gustado mucho :)

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